Nadie da nada. Nadie te regala nada. Y cuando uno bucea en los océanos competitivos tales como el mercado laboral, recuerda que salvo que por tus venas corra azul la sangre, o seas hijo de un embajador y todo eso, tendrás que hacerlo todo tú. Ni Rajoy, ni Obama, ni ningún político hará por ti.…
¿Quién te va a ayudar en la vida?
