Volviendo a la relación padre e hijo, Jang revela un secreto que puede considerarse como de escandaloso: la pésima relación que en realidad tenía Kim Jong Il con su progenitor Kim Il Sung. Según la versión defendida por el poeta Jang, padre e hijo no se tragaban y el segundo se dedicó a hacerle la vida imposible al primero, sobre todo durante los últimos años de vida del eterno líder. Jang afirma que el OGD (Organisation and Guidance Department en inglés, en español vendría a ser algo así como Departamento de Organización y Dirección) como la auténtica organización con poder en Corea del Norte. A este respecto, Jang afirma que “el mundo piensa que el ascenso de Kim Jong Il fue facilitado por Kim Il Sung, pero Kim Jong Il nunca hubiera podido ostentar y ejercer el poder sin el apoyo de la OGD”.
Kim Jong Il es el gran líder, pero Jang se sentirá muy decepcionado cuando lo conoce en persona. Jang se encuentra con un hombre bajito, menudo, vulgar y sin esa áurea sobrehumana bajo la que imaginaba al Querido Líder. El poeta irá aborreciendo cada vez más al dictador, un hartazgo que irá in crescendo a medida que descubre más información siniestra sobre el régimen y el líder.
Un líder que gestiona un país que Jang nos viene a decir que no es para nada ese paraíso igualitario del que se jacta el régimen. No, Corea del Norte posee lacras como el hambre, purgas, corrupción, marginación (especial inquina contra los norcoreanos que emigraron desde Japón después de la guerra esperando un paraíso en Corea del Norte…) diferencias de clase protagonizadas por los miembros del partido que ocupan las esferas más altas. Kim Jong Il por supuesto es el que posee más prerrogativas. Por poner como ejemplo de uno de sus privilegios, se dice que el Querido Líder, se traslada cuando se le antoja a través de unas vías exclusivas de tren de primera clase que son completamente secretas. También se dice que era un mujeriego y que incluso existe una comisión encargada de seleccionar a las chicas más bonitas de las escuelas para que más adelante hiciesen las ‘delicias’ del líder. Al parecer, la mayoría de ellas acaban casándose a la fuerza con miembros del partido.
Por otro lado, la obsesión de los Kim (sobre todo la de Kim Il Sung) por el culto a la personalidad, revela Jang, incluía la orden de crear una comisión especial encargada de redactar libros dedicados a vanagloriar “la dinastía de los Kim”. Jang trabajó muy cerca de estas personas, revelando el acongojo de estos “negros biógrafos” ante el desafío de tener que adornar continuamente la historia de los Kim sin posibilidad de “equivocarse”. Vemos así que aunque se utilice principalmente para justificar al régimen, la literatura juega un papel central en Corea del Norte. Incluso hay movimientos literarios como el Grupo Literario 15 de Abril, cuyas obras por supuesto versan sobre la gloria revolucionaria de Kim Il Sung y Kim Jong Il.
Respecto a la estructura del libro, éste combina la narración de la huida de Jang y su amigo, con la descripción del régimen norcoreano y sus entresijos. Una fórmula que está articulada de manera fluida y armónica, aunque es cierto que la novela sufre algún que otro bajón, sobre todo cuando los protagonistas llegan a China. Pareciera ahí como si el ritmo decayese un tanto. Además, algunos hechos parecen un poco difíciles de creer, por ejemplo la extraordinaria laxitud de la policía china.
Jang utiliza un lenguaje cercano y humilde, un estilo que he visto en muchos escritores occidentales, tan alejados de ese rollo cool anglosajón que han copiado muchas culturas occidentales.
En otro orden de cosas como me dijo un guía en Corea del Norte, uno de los problemas de este libro como tantos otros, es que nada se puede comprobar. O por lo menos, hay muchos datos y sucesos que no se pueden verificar hoy en día, lo cual incrementa la rumorología de manera constante.
El mismo Jang tiene que silenciar datos de su huida para no perjudicar a otros norcoreanos que actualmente tratan de escapar. Una prueba más de que Chosun (manera norcoreana de referirse a Corea del Norte) es un secreto dentro de un enigma.
El mismo Jang Jin-Sung es un misterio. Alguien podría preguntarse sobre la identidad de este hombre ¿quién es? ¿es cierto todo lo que cuenta? Ya se ha dicho que por lo visto es un poeta que hoy en día vive en Corea del Sur entregado a la actividad político intelectual. Llegó a ser un analista del Servicio Nacional de Inteligencia surcoreano. En 2011 empezó a escribir la revista política New Focus International, que sigue críticamente la realidad de Corea del Norte. Y poco más se sabe. Sin embargo, resulta curioso mencionar una entrevista que le hizo The Guardian, donde entre otros muchos párrafos dedicados a la sinopsis del libro, se introduce la frase “mientras bebe un café, no hay nada que sugiera la dureza que vivió”. No sé si esta sentencia tiene una intención irónica o no…
Si Jang Jin-Sung es un héroe o un impostor, sólo el tiempo lo dirá.
Buenas! gracias por la reseña. La verdad desde que vi una nota sobre el libro quiero leerlo pero no encuentro por donde ni consigo el libro. Sabes de alguna página?
Hola Mariana, el libro no está traducido al español todavía. Yo lo leí en inglés. Si hablas esta lengua, lo encuentras fácilmente en amazon, te dejo el link: https://www.amazon.com/Dear-Leader-Escape-North-Korea/dp/1476766568 También está traducido al portugués. Abrazos, Carlos
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