“¿César González-Ruano culpable o inocente?”, Reseña literaria de EL MARQUÉS Y LA ESVÁSTICA de Rosa Sala y Plàcid Garcia-Planas (2) de (2)

César González Ruano

¿Qué hacemos con Ruano? No resulta fácil clasificar a este escritor incombustible, sumido en la ambivalencia, el oportunismo, y el trapicheo rastrero que encuentra su expresión más cruel en el odio antisemita que supuestamente le proporcionó unos jugosos dividendos a costa de la vida de muchos inocentes.

Medio vicioso, medio bisexual, cómico y ridículo muchas veces, Ruano fue lo bastante hábil y escurridizo para escapar de todas las situaciones límites con las que se encontró en la vida. Su capacidad de trabajo es incuestionable, su habilidad para provocar también, el mismo decía que su oficio consistía esencialmente en “tocarle los cojones a los ángeles”.

Al fin y al cabo, nos hallamos una vez más ante la sombra del escritor maldito a quien la dictadura de lo políticamente correcto obliga a repudiar públicamente sin ofrecer la posibilidad de adentrarnos en las complejidades del ser humano y sus circunstancias para obtener un juicio más objetivo. El caso paradigmático lo tenemos en Céline, el escritor odiado por excelencia cuyo aliento sigue produciendo urticaria.

Vamos a ver. Una vez más, ¿Es posible separar la obra de la persona? ¿Es posible separar los escritos “neutrales” de Ruano de sus textos antisemitas? Suponemos que dependiendo del asunto del se quiera hablar, se puede seleccionar la información pertinente. Si lo que se pretende es hablar de literatura o periodismo, seguramente el aspecto político debería dejarse aparte y la ingente producción literaria periodística de Ruano, debería ser como mínimo respetada.

Ese parece ser por ejemplo el enfoque escogido por Miguel Pardeza, el cual ha estudiado la obra de Ruano a fondo sin interesarse por ejemplo por el antisemitismo del periodista madrileño. Ahora bien, si lo que se quiere es calificar al Ruano ciudadano de acuerdo a los parámetros demócratas, o de la moral imperante, entonces sencillamente habría que condenarlo por sus hechos (cuando se demuestren en su totalidad)

Ocurre que con Ruano el asunto se complica aún más, porque instrumentaliza en muchas ocasiones su profesión literaria y periodística para favorecer políticamente a la extrema derecha, con lo cual la división entre obra y ciudadano puede confundirse fácilmente. El maldito Ruano es a veces hasta divertido, la misma Rosa Sala, no puede evitar un desliz al respecto cuando descubre que Ruano empieza a ser perseguido por los nazis en Berlín, porque no ha pagado la factura de la pediatra, “cuando tuve la prueba en las manos no pude menos que sonreír con cierta simpatía inconfesable: ¡ese incorregible Ruano!”. Nunca más en el libro, le volverá a reír la gracia.

Y es que no suele caer muy bien este Ruano. Mucho antes del libro de Garcia-Planas y Sala, su figura ya era repudiada por diversos entornos. Sin ir más lejos, rajaban de él, Haro Tecglen, Bellveser, Estelrich… y muchos otros. Es más, llega un momento en que todos están hartos de él, independientemente de su color político. Tanto los italianos como los nazis, o los judíos, los maquis, todos acaban hartos de Ruano.

Personalmente, no tengo ningún inconveniente en decir que Ruano me parece un ser repugnante. Sin embargo, respeto su esfuerzo para producir todos esos textos que escribió en vida. Me quedaría con su capacidad para producir, su fuerza de voluntad para escribir siempre, pasase lo que pasase. Me quedaría con eso y el resto lo tiraría al retrete.

Ni siquiera retendría su literatura, que me parece de calidad mediana, cursi, dispersa, sin nombrar sus poemas que son simplemente infumables. Esa es mi opinión, pero será la historia la que acabe juzgando a Ruano. El mismo había dicho en sus diarios, “cada cual se va al otro mundo con el culo pegado a su historia”.

Una historia que hasta antes de la publicación del libro, no era tan dramática. A partir de la publicación de El Marqués y la Esvástica, es cuando salta la polémica. En España, en Andorra, en muchos más sitios, se produjo una especie de confrontación entre defensores y detractores de Ruano que acabó con la supresión del premio Ruano que hasta el otro día entregaba la Fundación Mapfre. Hoy en día el debate permanece abierto gracias al tremendo esfuerzo llevado a cabo por Garcia-Planas y Sala, un esfuerzo ante el que hay que quitarse el sombrero.

Garcia-Planas y Rosa Sala, se unieron en busca de la verdad a través de dos estilos que difieren. El de Sala es más envolvente, más fluido, con maña para saber acabar los capítulos. El estilo de Plàcid Garcia-Planas es más abstracto, cortante, un tanto, difícil de seguir. Ninguno de los dos puede definirse como un prosista, sino más bien como una investigadora y un periodista respectivamente.

Hay tramos de la obra que son emocionantes, pero no se podría decir que el libro en su totalidad es apasionante. Quizás lo único que eché de menos fue un poco más de información sobre el hijo de Ruano, ¿qué fue de él? ¿Cómo creció bajo la sombra de su padre? A su vez, apenas hay referencias a la infancia de Ruano, aunque el libro no iba de eso, sino del lado oscuro del periodista español. Con todo, de lo que no queda ninguna duda, es de la inestimable aportación histórica de El Marqués y la Esvástica para ayudar situar a Ruano en el escaparate que se merece. A pesar de aún no sabe toda la verdad, el valor democrático del libro, su explicación del pasado para comprender el presente, no tiene precio.

A modo de curiosidad, diré que mientras estaba leyendo este libro, el destino me llevó a Sitges. Allí busqué de manera intencionada El Chiringuito, bar frecuentado por Ruano tanto para escribir como para organizar tertulias o emborracharse. Me hice una foto con El Chiringuito al fondo y hasta me metí dentro. Buscando alguna foto de Ruano, me atendió un señor muy amable que me contó la reputación que se había labrado Ruano en el bar.

Por supuesto, no solía pagar las facturas, estando muchas veces ebrio.

Después del follón que se montó con la publicación de El Marqués y la Esvástica, los retratos de Ruano habían poco menos que desaparecido de El Chiringuito, “es que eso de los nazis es un poco fuerte”, me dijo el señor. Una señora que también se encontraba al mando del bar, me dijo que ya no quedaba nada en Sitges que rindiese honor a Ruano. Eso sí, los miles de artículos que escribió y sus novelas, no se las puede quitar nadie.

En otro orden de cosas, he de decir que fue la primera vez que leía una novela bajo el formato Seebook, regalado en persona por la propia Rosa Sala. Un Seebook es parecido al libro electrónico y puede ser muy útil si uno tiene que pasarse en un sitio muchas horas en frente de un ordenador. El único problema que tuve con esta modalidad, es que tuve que imprimir muchísimos papeles, más bien el libro entero, lo cual no es la mejor medida medioambiental, ¿cómo evitar esto?

En conclusión, da igual leerlo en Seebook o en papel, Rosa Sala y Plàcid Garcia-Plana han llegado muy lejos sobre el caso Ruano y por ello deben ser reconocidos. No obstante, aún no se sabe toda la verdad, todavía no se ha llegado al final porque no se ha resuelto lo principal: si Ruano fue lo bastante lejos para captar a judíos desesperados y enviarlos a sabiendas a la muerte, como afirma Pons Prades por boca de Huet. Es tarea pues de otros seguir con las investigaciones y llegar hasta el fondo del asunto Ruano. ¿Te atreves tú?

El autor
Carlos Battaglini

Lo dejé todo para escribir Samantha, Otras hogueras y Me voy de aquí.

2 comentarios
  1. Estimado Carlos, ¡muchas gracias por esta lectura tan a fondo de nuestro libro! Me alegra ver que, por lo que veo, te ha gustado. Probablemente sí que en ocasiones se pueda separar la obra de la vida de un artista y valorarlos por separado. Pero en el caso de Ruano, como tú mismo sugieres, creo que no es posible. En primera línea, él era un reportero y periodista, y como tal lo conocemos. Y ejerciendo como periodista, cobró directamente del ministerio de propaganda de Goebbels para insuflar en España el antisemitismo racial nazi, tal como hemos podido demostrar. Un periodista que se deja comprar no permite esa separación entre vida y obra que tal vez podamos aplicar mejor a un músico, un poeta o un pintor.
    A todo esto… ¿por qué Seebook te ha obligado a imprimir muchas hojas? Seguramente lo has bajado en PDF. Pero Seebook es un sistema multiformato que también permite descargar el mismo título en ePub para leerlo en un e-reader, una tableta o un móvil. La mayoría de programas y dispositivos de lectura permiten tomar notas, adaptar la letra, etc, y no te obligarán a imprimier nada. Tan solo tienes que escoger el formato ePub después de escanear el código y ¡listos! (Una sugerencia para otras veces).
    De nuevo te agradezco mucho la atención y la dedicación que le has ofrecido a nuestra obra. Es un lujo tener lectores como tú.

  2. Es un honor que la misma autora del libro reseñado, comente en el
    blog. Me habéis hecho disfrutar muchas horas con este magnífico libro!

    Respecto a Ruano, creo que ninguno de los dos le tenemos simpatía…

    En lo que a Seebook se refiere, seguramente he sido víctima de mi
    ignorancia. Efectivamente, me lo bajé en pdf y al no tener ipad,
    tableta y no tener muchas ganas de leerlo en el iPhone (porque se me
    quedaba pequeño) la única posibilidad que tenía supongo era el kindle,
    una posibilidad que no valoré por eso, por ignorancia. A pesar de
    ello, he de reconocer que aún me sigue tirando mucho el papel y aunque
    en ésta ocasión eran hojas sueltas, me parecía un poco más íntimo que
    la pantalla.

    De todas formas, Seebok me parece una gran idea, y estoy seguro que
    acabará por consolidarse, de alguna manera yo ya he disfrutado una de
    la cantidad de posibilidades que tiene.

    Un abrazo,

    Carlos

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