¿Qué se piensa cuando se escucha la palabra Papúa Nueva Guinea por primera vez? En mi caso, no estoy del todo seguro, tal vez una cierta sensación de precaución, como la de aquel que abre una puerta lentamente con un cierto temor a descubrir una amenaza desconocida, un secreto incómodo, un animal de espaldas. Supongo…
¡He aterrizado en Papúa Nueva Guinea!
